Cuadros y rayas

Este tipo de manteles destaca por su capacidad para crear ambientes acogedores y llenos de vida. Los cuadros evocan tradición y un aire rústico, mientras que las rayas aportan dinamismo y un estilo más fresco o incluso marinero, según la combinación de colores. Además de su valor estético, ofrecen la resistencia y suavidad del algodón, garantizando durabilidad y comodidad en el uso diario.

En restaurantes tradicionales o tabernas, los manteles de cuadros son perfectos para reforzar una imagen auténtica y cercana. En cafeterías o terrazas, las rayas en tonos vivos pueden dar un aire más desenfadado y alegre. Para caterings o celebraciones informales, tanto cuadros como rayas resultan ideales por su versatilidad, aportando un toque distintivo sin perder funcionalidad ni facilidad de lavado.

Estos manteles combinan muy bien con servilletas lisas, caminos de mesa en tonos neutros o fundas de silla sencillas, equilibrando el protagonismo de los estampados. También pueden personalizarse con detalles bordados o coordinarse con faldones lisos para mantener la coherencia en la decoración. Gracias a su carácter decorativo, los manteles de cuadros y rayas permiten destacar el mobiliario y reforzar la identidad del espacio con un estilo único.